El cuidado de las joyas

TUS JOYAS, SIEMPRE PERFECTAS.

Sabemos que tus joyas son tu tesoro, por lo que significan para tí y lo que sientes al llevarlas, por eso queremos hacerte unas pequeñas recomendaciones para que se mantengan tan bonitas como el primer día.

CUIDADOS:

Lo primero y más importante es que las cuides con cariño. Te recomendamos quitarte las joyas siempre al llegar a casa y, sobre todo, no dormir con ellas; así evitamos golpearlas, deformarlas y engrasarlas. 

Incluye el momento de volver a ponerte tus joyas en tu ritual de belleza, recuerda hacerlo siempre una vez hayas terminado de usar tus productos de cosmética, el perfume o la laca, sobre todo en el caso de las piezas que lleven perlas. Estos productos las estropean y hacen que el adhesivo que se utiliza pierda su resistencia. Las joyas, siempre, el toque final.

Nosotras disfrutamos ordenando y guardando cada joya por separado, en un joyero, en su propio estuche, en esas bolsitas que tanta ilusión hace abrir… Ojalá consigamos con nuestras piezas que sintáis esa sensación...Así evitaremos que se rayen entre ellas y que la plata se vaya oscureciendo.

LIMPIEZA:

El proceso es muy muy sencillo. Para mantener tus joyas perfectas, sólo debes sumergirlas en agua con jabón líquido desengrasante, frotarlas con cuidado con un cepillo pequeño y suave, aclararlas con abundante agua y, por último, secarlas con un secador de aire caliente. Quedarán, limpias, brillantes y tendrás más ganas aún de llevarlas.

MANTENIMIENTO:

Si durante la limpieza de tus joyas notas cualquier cambio en ellas, lo ideal es llevarlas a revisar para evitar que se estropeen o se pierdan.

Las piezas de oro blanco llevan un baño de rodio para realzar el color blanco del metal.  Con el uso, van perdiendo el brillo y blancura inicial.  Llévalas al taller y volverán a quedar como nuevas.

Revisar cada cierto tiempo los collares de perlas u otras piedras que vayan con hilo, te ayudará a detectar a tiempo el desgaste propio del uso.